domingo, 16 de noviembre de 2014

Somewhere Only We Know

Y no se que es peor, estar aquí sola o el hecho de que tú no estés a mi lado. Llevo meses preguntándome lo mismo, pero aun así, sigo sin respuesta. Mi madre dice que no salgo mucho, y es verdad, no lo hago, pero es porque todo me recuerda a ti. Al final acepto salir de mala gana, ya no aguanto encerrada, da igual a donde vaya, da igual donde esté, siempre te voy a echar de menos.
Cruzo la calle, la veo y esta abarrotada, es viernes, y todos salen para despejarse, tomarse algo o simplemente por dar un paseo, pero yo la siento vacía, sola y sin vida. Me sé este camino como la palma de mi mano, lo hemos recorrido tantas veces juntos, compartiendo sueños imposibles y sonrisas sin importancia, sin importancia para los demás, para nosotros, era nuestro sustento.
Sigo calle abajo, y siento que la gente me mira, a lo mejor no es así, pero por si acaso me pongo la capucha, odio ser el centro de atención, y lo sabes. Es tan evidente el contraste que doy, todos llevan una sonrisa pintada en la cara, como si este mundo fuera de color de rosa, a lo mejor su mundo lo es, pero el mío está muy lejos de serlo. Es como si una oscuridad me persiguiera constantemente desde que te fuiste, me rodeara y consumiera.
Estoy llegando a nuestro pequeño rincón que nadie conoce, nuestro pequeño gran secreto ¿Recuerdas los momentos que hemos vivido ahí? Recuerdas cuando te caíste al rio, por intentar perseguir a una ardilla que había robado tu bocadillo. Te veías tan guapo, con el pelo mojado pegándose en tu cara, con algunos rasguños, con esa media sonrisa que te daba un toque travieso junto con tus tatuajes en el brazo, y esa forma en que me mirabas, como si fuera especial, como si fuera la chica más importante del universo, y sé que por un momento lo fui.
Tengo que parar en mitad del parque, no quiero montar un espectáculo y que me llamen exagerada, pero te echo tanto de menos, tanto que duele levantarse en las mañanas y no ver un mensaje de buenos días, o verte en la universidad, o simplemente oír tu risa, esa risa angelical que tenías. Siento como mi pecho se empieza a comprimir, los recuerdos golpean mi memoria y me matan lentamente. Siento como las lágrimas quieren salir y hacer su paseo rutinario por mis mejillas, pero las logro retener, aunque sé que no por mucho tiempo. Miro el cielo, pestañeo y tomo una gran bocanada de aire, siendo capaz de seguir caminando.
Unos minutos más andando y ya he llegado. Nada ha cambiado, todo sigue igual, el rio fluyendo con calma, haciendo su trabajo, los pájaros cantando una canción que parece que nunca acaba, una canción dedicada a mí. Porque yo soy la que he cambiado, soy yo la que desencajo. Tomo asiento en el suelo y cierro los ojos. Soy capaz de sentir la Tierra debajo de mí, funcionando, sin importarle nada ni nadie, ella tiene que seguir trabajando para lo que fue creada. En cambio yo, yo fui creada para amarte, pero tú ya no estas, y si tú no estás es como si yo no estuviera. Pero estar aquí, me hace sentir por un momento completa, porque sé que este es el lugar que los dos amábamos y porque estoy segura de que tú me acompañas, aunque sea solo en mi corazón.
Ahora sí, siento como las lágrimas salen, pero no quiero abrir los ojos, así que me tumbo y dejo escapar un par de sollozos. Sabes, una vez una señora me dijo que las lágrimas son la forma en que tu cuerpo habla cuando tu boca no puede explicar el dolor que siente. Tiene razón, jamás podré expresar con palabras lo mucho que te extraño, nadie lo entiende, creen que con el tiempo se me pasara. ¿Cómo se puede olvidar a alguien que significo tanto? Porque tú lo fuiste todo para mí, y sé que yo lo fui para ti, pero es duro aceptar el fin cuando quieres a alguien.
- ¿Por qué lloras preciosa? - Escucho una voz a lo lejos - ¿Preciosa?
No tengo más remedio que abrir mis ojos, y aunque al principio me cuesta adaptarme, al final consigo verte.
- Eres tú - digo más para mí misma que para tí.
- Claro que lo soy enana, ¿Quién si no? - me da una de sus medias sonrisas.
- ¿Es esto real?
- ¿Quieres que lo sea?
- Es lo que más deseo del mundo.
El solo atinó a sonreír más ampliamente y a tenderme su mano, yo gustosa la tome. Mis lágrimas se habían secado, y todo el dolor que había sentido durante meses había desaparecido, gracias a él. Nos fundimos en un abrazo, porque el único lugar que nosotros conocemos, es el de nuestros cuerpos.
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Sábado 18 de Octubre.
Hace unas horas se descubrió el cuerpo inerte de una chica de veintidós años, la cual responde al nombre de Ángela. Su cuerpo fue encontrado por una pareja que estaba tomando un paseo por el Parque Nacional. Fue un suicidio, no dejo nota alguna. Se celebrara un funeral en el parque, por todas las victimas que sufren de depresión y por ella, que intento ser fuerte y la oscuridad la venció.
Diario Nacional.


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